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Si tuviera que dar una única definición de productividad diría que ser productivo es realizar con efectividad las tareas de cualquier ámbito de responsabilidad para disponer de tiempo libre para proyectos personales y familiares. Seguramente no es la definición más canónica del término productividad, pero una explicación que no tiene en cuenta una recompensa en horas libres creo que no es una buena definición. En el último artículo de este blog daba algunas pistas sobre lo que es y lo que no es ser productivo.
Para este noble propósito, el fin a veces justifica los medios, siempre que no perjudiquen a nadie, claro está. Al menos debemos poner todo nuestro empeño (y medios) para alcanzar el objetivo último: ahorrar tiempo.
Uno de las formas de liberar tiempo para proyectos personales (como escribir este artículo) o simplemente no hacer nada y descansar (como haré luego) es tratar de ahorrar algunas horas a la semana en ciertas tareas. Hace tiempo compartí en el blog 19 trucos productivos para sacarle minutos al día, porque en realidad sí hay tiempo; solo se trata de decidir con criterio en qué lo utilizamos y también aplicar algunos sencillos trucos.
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El reto de ahorrar tiempo
En los últimos años he dejado de hacer propósitos de año nuevo porque creo que cualquier momento es bueno para empezar con nuevos hábitos. En realidad, siempre hay un momento del año más adecuado que otro para empezar ciertos hábitos. El 1 de enero desde luego no lo es para muchos propósitos, ya sabemos cuáles.
Sin embargo, este año me gustaría seguir ahorrando tiempo en ciertas tareas; por aquello de ser más «productivo». En este primer artículo (porque esto tiene pinta de serie) me centro en el aspecto más tecnológico, en general el uso del teléfono móvil y en particular la participación en redes sociales y profesionales. No cabe duda de que algunas comunidades son una verdadera mina y un recurso de aprendizaje que, literalmente, no tiene precio. No solo algunos recursos tienen un valor incalculable, sino que muchos usuarios comparten su conocimiento y experiencia de forma altruista. También quiero seguir poniendo mi granito de arena en ello, con este blog y en redes. Sin embargo, en este proceso veo todavía la necesidad de mejorar algunos aspectos, sobre todo para ahorrar tiempo.
Me planteo dos objetivos para este año:
- Por un lado me gustaría maximizar la presencia en redes sociales y profesionales, que bien organizada puede ser muy interesante; pero también quisiera minimizar el tiempo que necesito para ello. Sé que pueden parece objetivos incompatibles y que más que un propósito de año nuevo parece el mayor de los retos. Sin embargo, sé que es cuestión de organización y no hace falta estar pegado a las redes 24 horas al día para poder mantener cierto nivel de participación.
- También me gustaría dejar de lado, más si cabe, el teléfono móvil, algo que tampoco me supone demasiado esfuerzo. De hecho, es algo que ya conseguí hace tiempo con cierto éxito. El paso de utilizarlo poco a utilizarlo menos (mi caso) es siempre menos dramático que el cambio de usarlo a todas horas a dedicarle menos tiempo. Por eso este segundo objetivo realmente no tiene tanto mérito, aunque para todos siempre hay margen de mejora.
Las visitas breves pero constantes durante el día a nuestras redes sociales pueden sumar horas al final del día. Ante este problema, que lo es, es necesario dosificar e incluso limitar o bloquear el acceso a nuestras redes sociales.
Si tenemos la imperiosa necesidad de estar presente en redes sociales a lo largo del día, podemos plantearnos un par de soluciones muy efectivas:
- Utilizar alguna herramienta para programar y publicar en distintas redes sociales a la vez. Por ejemplo, Buffer, incluso en su versión gratuita, puede atender en parte esta necesidad, depende del nivel de actividad en redes sociales. También está Hootsuite, Later, Planable, etc. Existen muchas alternativas para automatizar y distribuir contenido en distintos canales.
- Reservar un momento al día (siempre con tiempo limitado), dos a lo sumo, para atender las redes sociales e interactuar con las personas que forman parte de nuestra comunidad. Si hemos programado varias publicaciones para el día, podremos responder a última hora tranquilamente a los comentarios que haya hecho la comunidad en nuestro contenido.
Para reflexionar sobre el exceso de tiempo en redes podemos hacer algunos cálculos. El diario El Mundo publicó el año pasado que los españoles pasan una media diaria de 2 horas y 22 minutos (142 minutos) conectados a las redes sociales y lo hacen principalmente a través de sus teléfonos móviles (99%). No cabe duda de que este tiempo se puede (y se debe) reducir fácilmente con una mínima administración y, en muchos casos, determinación y fuerza de voluntad.
Si en lugar de más de 2 horas podemos limitar el uso de redes sociales a 30 minutos diarios (creo que suficiente para una revisión bastante completa), estamos ahorrando 112 minutos al día, un total de 13 horas semanales. Seguramente estos cálculos son un poco de andar por casa y no muy precisos, pero para hacernos una idea e ilustrar el problema, nos sirve. No solo se trata de cuantificar el tiempo invertido en redes sociales, si no que a veces conviene hablar en términos de ahorro en tiempo para darnos cuenta del tiempo que podríamos emplear en otros asuntos.
2. Limitar el uso del teléfono móvil
Este consejo es un clásico que no pasa de moda. Haciendo un uso moderado del teléfono móvil, el número real de horas semanales de actividad con nuestro teléfono nunca llega a estar justificado. Muchas de las aplicaciones que utilizamos forman parte de nuestro entorno de trabajo y es inevitable hacer uso de ellas. Sin embargo, hay otras tantas apps que podemos llegamos a utilizar sin medida, no solo las que nos permiten acceder a redes sociales.
Los móviles cuentan con una función muy interesante para comprobar el tiempo de uso de nuestro teléfono. Si nunca has consultado estos datos, los resultados te sorprenderán. El uso continuado del teléfono durante el día arroja unas cifras que uno, de primeras, no reconocería como propias. Por ejemplo, en iOS puede consultar el tiempo de uso promedio en el menú Ajustes > Tiempo de uso. Y en esta misma opción, podemos restringir el tiempo de uso diario de ciertas aplicaciones. Es cierto que a veces solo hacemos una consulta en nuestro teléfono durante apenas unos segundos, pero no hay que olvidar que los segundos suman minutos y los minutos, horas.
Otra noticia del año pasado afirma que los españoles utilizamos nuestro teléfono inteligente una media de 3 horas y 27 minutos al día (207 minutos). Como hemos visto, 2 horas y 22 minutos (142 minutos) son las que dedicamos de media a redes sociales. Por tanto, en teoría empleamos 65 minutos para otros asuntos no relacionados con las RRSS, profesionales o personales.
En ocasiones llevamos a cabo tareas con nuestro teléfono que bien podríamos hacer de otro modo, con un ordenador o incluso «a mano». Y seguramente tardaríamos menos. Escribir un correo electrónico, un WhatsApp o participar en redes sociales son buenos ejemplos de tareas que pueden ser más productivas si las realizamos desde un ordenador. Si en el mejor de los casos utilizamos nuestro teléfono de forma improductiva la mitad del tiempo, podríamos ahorrar unos 30 minutos al día, esto es, al menos 3 horas y media a la semana. De nuevo, hablar en términos de ahorro en tiempo es mucho más efectivo.
Si administramos un poco mejor las redes sociales y hacemos un uso más restringido de nuestro teléfono, por lo visto, fácilmente podemos sacarle de media más de 16 horas a la semana. Cada uno puede sacar sus propios números. Por un par de horas que lográramos ganarle a la semana, ya merecería la pena modificar algunos hábitos.
Ilustración | Ahorro tiempo, basada en la ilustración de kreatikar y en la de IO-Images
Imágenes e ilustraciones | Reto tiempo | Redes sociales | Teléfono móvil
2 Comments
¡¡¡Todo lo que nos da el móvil y todo lo que nos quita el móvil!!! Nos abre un mundo de posibilidades y nos roba el tiempo (o dejamos que nos lo robe). Encontrar el equilibrio es clave (como en todo en la vida).
Feliz año Enrique
[…] Cómo ahorrar tiempo (I): el teléfono móvil y las redes sociales […]