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Una de las formas de liberar tiempo para proyectos personales (como escribir este artículo) o simplemente no hacer nada y descansar (como haré luego) es tratar de ahorrar algunas horas a la semana en ciertas tareas.
Escribí sobre este tema en un primer artículo sobre cómo ahorrar tiempo. En él, comentaba la importancia de dosificar y planificar el acceso a redes sociales y, en general, cómo limitar el uso del teléfono móvil.
En esta ocasión, continúo la serie con dos nuevas ideas clave: las horas productivas por la mañana y el consumo responsable de televisión.
3. Madruga y encuentra tus horas productivas
Cada uno tiene sus rutinas de trabajo. Hay quien trabaja mejor por la mañana, bien temprano, y otros prefieren hacerlo por la noche. En este punto entran en juego muchos factores, sobre todo nuestro horario laboral (el oficial, porque siempre surgen imprevistos). En general, la gran mayoría de las personas tienen un trabajo de día, y en este caso creo que madrugar siempre es una buena idea.
Lo ideal, pero no sencillo, es poder reservar una «hora productiva» incluso antes de empezar a trabajar. Si nuestro horario es de mañana y empezamos a las 8, la cosa se complica, y en este caso, solo es cuestión de madrugar… un poco más. Si no, tan solo hay que encontrar alguna hora productiva en cualquier momento del día.
El objetivo de buscar una hora productiva no es otro que lograr hacer en menos tiempo la misma tarea. Se supone que el nivel de concentración es mayor, estamos más frescos y, si hemos elegido correctamente el momento, tendremos seguramente menos distracciones.
Hagamos algunos cálculos a ojo de buen cubero. Si logramos trabajar de forma productiva durante una hora en una tarea que en condiciones de distracción requerirían algo más, pongamos una hora y media, estamos ante un ahorro de 30 minutos diarios, esto es, tres horas y media semanales.
4. Modera el consumo de TV
Así, sin paños calientes: apaga la TV de vez en cuando. Lo mejor que podemos hacer es eliminar de nuestros hábitos el consumo indiscriminado y sin criterio de programas superfluos, sobre todo en canales generalistas. Si en el mejor de los casos dedicamos solo 1 hora al día a consumir este tipo de programas, al final de la semana son 7 horas las que perdemos con contenido que no aporta nada. Siempre será mejor utilizar ese tiempo (y no sumarlo) para ver películas, documentales o series de calidad, bien seleccionados.
Actualmente, la oferta audiovisual es prácticamente infinita en las numerosas plataformas que existen. Ni con siete vidas podríamos consumir todo lo que hay. Elegir lo que queremos ver a continuación ya nos lleva un tiempo importante (es incluso todo un reto). ¿Quién no ha invertido 10 minutos decidiendo qué ver en Netflix o HBO para al final terminar apagando el televisor? Algunas plataformas incluyen ya la opción de «Reproducir algo» para resolver el problema de indecisión del usuario. Problemas del primer mundo…
Ilustración | Ahorro tiempo, basada en la ilustración de kreatikar y en la de IO-Images
Imágenes | Despertador | Televisión
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