Tiempo de lectura: 2 minutos
No dejes que un mal día te distraiga de todo el progreso que has hecho hasta ahora. Esta ilustración de Liz + Mollie nos recuerda la importancia de analizar cada proceso con perspectiva, porque en muchas ocasiones, el balance final es lo que importa.
Cuando alcanzamos nuestro objetivo, la satisfacción que sentimos suele acabar difuminando aquellos días en los que no conseguimos avanzar.
Cuando completamos un proyecto de cierta envergadura, las jornadas en las que no cumplimos con las tareas, los errores puntuales que cometimos y los pasos atrás que tuvimos que dar pasan a un segundo plano. Decimos, muy acertadamente, que eran parte del aprendizaje.
No permitas que un día improductivo eche por tierra el trabajo de meses.
Necesitamos datos para poder hacer correctamente balance del progreso. Y un día no es suficiente. Además, a veces es necesario un día malo para corregir la dirección. Hacer balance es dar un paso atrás para poder mirar el problema (el proyecto) con perspectiva.
Si observamos muy de cerca, lógicamente, encontraremos errores de forma y fallos en la ejecución: «habría sido mejor hacer esto así», «no debería haber invertido tanto tiempo aquí», etc. Dar varios pasos atrás para analizar el trabajo, nos permite ver las cosas en su contexto.
En un museo nos gusta acercarnos a una pintura y apreciar la belleza de sus detalles, sabiendo que también veremos sus imperfecciones. Pero al final siempre damos dos pasos atrás para contemplar la obra en su totalidad.
Os invito a ver la obra La ronda de noche de Rembrandt que el Rijksmuseum publicó en Internet en una imagen con una resolución de 44.8 gigapíxeles. Si hacemos zoom en la obra con el máximo nivel de detalle, solo vemos pigmentos sobre un lienzo, con sus imperfecciones y sus correcciones. Seguramente encontraremos detalles que no entendemos, pero que cobran sentido cuando aparecen junto a otros a mayor escala. Es la composición total lo que hace de la pintura una obra de arte.
- No permitas que un día improductivo eche por tierra el trabajo de meses.
- Un mal día lo tiene cualquiera; lo importante es no acumular muchos días malos.
- Mide el progreso de algún modo para poder hacer balance. Recopila datos a diario.
- Los minutos suman horas, y las horas días. Todo avance es bueno por pequeño que sea.
- Los errores y las correcciones son parte del aprendizaje.
- Muchas veces, el balance final es lo que importa.
- Da dos pasos atrás, aléjate del problema para mirar con perspectiva.
Imágenes | Pintura Mujer & Mar | Liz + Mollie | La ronda de noche de Rembrandt
One Comment
[…] Necesitamos datos para poder hacer correctamente balance del progreso en un proyecto. Y un día, obviamente, no es suficiente. Así que no debemos permitir que un día improductivo eche por tierra el trabajo de meses. Además, creo que a veces es necesario un día malo para corregir la dirección. Hacer balance es dar un paso atrás para poder mirar el problema con perspectiva. De esto he escrito hoy en Ocho en punto. […]