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Yo soy de septiembre. Otros muchos prefieren marcar en su agenda el 1 de enero como el primer día de un nuevo año lleno de propósitos, proyectos personales y cambios de hábitos varios. Yo, sin embargo, como decía, soy más de septiembre. Por tradición más que por profesión, lo cierto es que el inicio del curso académico es el que marca también una nueva etapa. Entre otras cosas porque es en septiembre cuando llego con las pilas cargadas, con energía suficiente para dar forma a esas ideas que he ido esbozando durante el verano.
Nuevo curso, nuevos hábitos
Este «año» no es una excepción. Más que proyectos nuevos (que algo hay), se avecinan cambios de hábitos. O al menos la intención de cambiarlos. Suele ser durante el mes de agosto cuando suelo revisar a fondo estas cuestiones como parte de la preparación de los siguientes doce meses.
Básicamente dedico un tiempo a confeccionar una lista muy simple con aquellos hábitos que me gustaría desarrollar, cambiar, eliminar o mejorar y dejo por escrito algunas ideas sobre cómo pretendo ir haciéndolo. Suelo anotar la lista de hábitos con los que conviene comenzar y decido la frecuencia con la que voy a llevar a cabo cada uno de ellos. Porque realmente hay hábitos diarios y otros de carácter semanal.
Si nos paramos a pensar, son muchos los hábitos que hemos adquirido en nuestra vida. Unos son buenos hábitos, otros no tan positivos e inevitablemente también los hay malos, o muy malos. Lo importante es que, con el tiempo, seamos capaces de sustituir las malas prácticas por otras mejores para nuestra salud, nuestra organización personal, nuestro trabajo o nuestras relaciones familiares y sociales. Veremos que hay muchos ámbitos que merece la pena no dejar fuera.
Una planificación muy estricta del desarrollo de hábitos suele desembocar en fracaso y abandono. Así que con la idea de que «menos es más», siempre es mucho más efectivo seleccionar unos pocos hábitos y trabajar a fondo con ellos de forma progresiva y siendo flexibles al ponerlos en práctica.
12 meses, 12 hábitos
Durante este curso me he propuesto el reto de trabajar 12 hábitos durante 12 meses siguiendo 12 reglas muy concretas. En esta ocasión todos son hábitos diarios y el objetivo no es otro que poner en práctica los 12 cada mes, siempre permitiendo cierto margen. Sin embargo, cada mes estará dedicado a un hábito concreto que deberé cumplir a diario sin excepción.
Comento a continuación las 12 reglas que planteo en el reto y que permiten definir y concretar los hábitos, así como hacer un correcto seguimiento: