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Etiqueta: listas

Pon a dieta tu lista de tareas: 8 recetas muy saludables

Tiempo de lectura: 4 minutos

Reducir la lista de cosas que hacer es fácil. Dejar de alimentarla continuamente depende también de nosotros. Echamos la culpa a los demás por todo el trabajo que tenemos por hacer, pero buena parte de las tareas de nuestra lista las hemos puesto nosotros ahí.

Para poner a dieta nuestro checklist solo hay que prestar atención a las tareas que llegan (porque no todas lo son), respetar nuestro tiempo (recordemos: limitado) y, en general, aprender a cuidar y organizar mejor los proyectos que sí son nuestra responsabilidad.

1. Apunta solo tareas

Este primer consejo puede parecer una obviedad, pero es un error que repetimos constantemente sin darnos cuenta. Muchas veces, caen en nuestra bandeja de entrada tareas que no lo son. En principio, no debería suponer mayor problema, porque cuando procesamos este inbox de tareas, convertimos esa «cosa» que todavía está por definir en algo parecido a una acción realizable, una tarea. El problema aparece cuando una simple anotación o idea no pasa este filtro correctamente y se cuela en nuestro sistema de organización.

Para evitar estas tareas intrusas, tan solo hay que prestar más atención y utilizar la herramienta adecuada. Utiliza tu administrador de tareas (aplicación o papel) exclusivamente para apuntar lo que realmente tienes que hacer, y usa otras herramientas para anotar lo que simplemente son notas o ideas.

2. Aprende a decir «no»

Este ya es todo un clásico. La teoría la sabemos, pero ponerlo en práctica, por lo que sea, no es tan sencillo. No podemos complacer a todo el mundo; es imposible (ni debemos) atender todas las peticiones, ni hacer todos los favores. Posiblemente no tendremos más remedio que atender algunos compromisos, pero otros serán perfectamente evitables.

Aprender a decir que no es todo un arte, pero solo requiere práctica. La primera vez cuesta, la segunda no tanto y a la tercera va la vencida. Y los efectos son inmediatos en nuestra lista de tareas. Con cada «no», desaparece una tarea de nuestra lista. Realmente nunca llega a entrar. Di no.

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Cajón de sastre con 16 ideas para mejorar tu productividad

Tiempo de lectura: 3 minutos

No es más productiva la persona que aplica el sistema de organización personal más «perfeccionado» o aquella que utiliza la aplicación de moda con innovadoras funciones. Muchas veces, tan solo es cuestión de hábitos, de pequeñas acciones y, sobre todo, de sentido común. Unas veces se trata de hacer determinadas cosas, pero otras, la clave simplemente está en no hacer.

Comparto una serie de consejos para empezar y muy básicos. Como en un buen cajón de sastre (no desastre), hay de todo un poco.

  1. Elimina algunas tareas. Di no a varias cosas que pensabas hacer hoy. Comprometerse en exceso es peligroso para la productividad.
  2. No revises tu correo electrónico a primera hora de la mañana ni tampoco lo abras a última hora de la tarde. Tampoco respondas a todos los mensajes. Y elimina todos los que puedas. Quédate con lo esencial.
  3. Crea distintos perfiles de usuario en tu ordenador. Si utilizas el mismo dispositivo para el trabajo y para asuntos personales, configura una cuenta de trabajo y otra personal. Separa ámbitos de responsabilidad. Evitarás muchas distracciones.
  4. ¡Necesitas una lista de tareas! Si solo dispones de una agenda para organizarte, te falta algo. Pon una todo list en tu vida. Usa una aplicación, una libreta o un trozo de papel, pero mantén una lista de todo aquello que quieres y debes hacer. Lo cambia todo.
  5. Bloquea un par de horas a las semana para avanzar en cada proyecto. Es la única forma de avanzar. Añade a tu lista de tareas alguna acción que permita progresar en esos proyectos, que pueden ser profesionales o personales (aprender un idioma, escribir un libro, etc.).
  6. Mantén tu escritorio siempre despejado. El orden atrae al orden. Un lugar de trabajo ordenado, invita a trabajar y a pensar con claridad.
  7. Aprende a teclear más rápido en tu ordenador. Nos empeñamos en mejorar en otros aspectos para ser más productivos y la solución, muchas veces, está en algo tan sencillo como saber escribir bien con el ordenador. Además, practica para tomar notas a mano con más velocidad.
  8. Ten siempre a mano una pequeña libreta para notar ideas. Busca un momento y un lugar sin distracciones simplemente para dejar volar la imaginación y la creatividad.
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22 microhábitos de 2 minutos

Tiempo de lectura: 2 minutos

Si no te atreves con nuevos hábitos, prueba con microhábitos. En ocasiones no hacen falta más de 2 minutos para progresar en cuestiones de organización, aprendizaje, salud, productividad, etc. Con pequeñas acciones y sencillos gestos puedes avanzar más de lo que crees. No subestimes el valor de 120 segundos.

Aquí tienes una propuesta de 22 microhábitos que puedes incorporar en tu día.

  1. Escribe tus intenciones del día. Empezar la jornada con dejando por escrito algunos propósitos es la mejor forma de empezar. Atención: intenciones o propósitos que puedes cumplir hoy, no tareas de trabajo.
  2. Haz estiramientos durante un par de minutos, sobre todo cuando lleves mucho tiempo sentado.
  3. Organiza las apps y las fotografías del teléfono móvil. Haz limpieza. Vacía de mensajes los chats de grupo. O archívalos.
  4. Organiza tu escritorio al final del día. Si no lo logras hacer en 2 minutos, significa que no lo estás haciendo cada día.
  5. Mantén bien ordenadas las carpetas de tu ordenador cuando las estés creando o utilizando. No caigas en la trampa de crear una carpeta con el nombre “Para ordenar”.
  6. Cambia un poco la ruta para llegar a algún sitio, aunque tardes dos minutos más. No sé por qué, pero este hábito tiene un curioso efecto.
  7. Revisa tus tareas diarias al final del día, sobre todo las que has completado. Disfruta de la satisfacción de ver el trabajo realizado.
  8. Define las 3 tareas más importantes del día. No deberías tener muchas más.
  9. Lee unas líneas de texto durante 2 minutos. Es solo una excusa para leer un libro, una revista o un artículo. Seguramente sigas; solo necesitabas empezar.
  10. Dedica 2 minutos a estar en silencio. O escucha una canción. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste alguna de estas dos cosas?
  11. Limpia durante 2 minutos una estancia de la casa. Si te apetece, aplícalo al resto de estancias. Un poco de orden en sitios distintos ya es un progreso. También puedes ordenar un cajón.
  12. Comparte en las redes sociales alguna idea, pensamiento o recurso. Granito a granito se construye una comunidad. Internet también tiene su lado positivo.
  13. Memoriza dos o tres nuevos atajos de teclado para ser más productivo.
  14. Revisa tu agenda del día. ¿Cuánto tiempo libre tienes hoy? En 2 minutos puedes ingeniártelas para liberar tiempo.
  15. Aprende algo nuevo en 2 minutos. Puedes aprender algunas palabras nuevas en otro idioma. Incluso te da tiempo a ver dos vídeos de Pau García-Milà.
  16. Haz esa llamada que tanto se resiste. No duele; son los dos minutos.
  17. Organiza tus contactos: en tu móvil o en tus redes sociales. Sobre todo, elimina.
  18. Revisa tu bandeja de entrada. En 2 minutos puedes tirar y archivar más de lo que crees.
  19. Revisa tus suscripciones a blogs y podcasts. Selecciona con criterio y marca para leer o escuchar después. Estos contenidos tienden a acumularse.
  20. Elige cada día algo para reciclar, donar o tirar. Deshacerte de cosas puede ser liberador.
  21. Escanea documentos que quieras mantener digitalizados (posiblemente para tirar los originales en papel).
  22. Entra en Ocho en punto para ver si hay algo nuevo. Puedes seguir las novedades en Feedly, Twitter, Instagram, Facebook y Telegram. Son 2 minutos.
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El «gen» de la productividad: 40 cosas que hacen (y no hacen) las personas superefectivas

Tiempo de lectura: 3 minutos

Una persona productiva es aquella que, teniendo que trabajar para vivir, consigue tener tiempo libre para su familia, para sus proyectos personales y para el ocio. Es la definición más acertada de persona productiva que puedo imaginar.

Algunas personas son para mí un referente, por su estilo y actitud ante el trabajo, por el modo en que gestionan sus tareas, por su claridad de ideas o por su capacidad de aprendizaje. ¿Cómo consiguen finalizar con éxito tantos proyectos, no solo profesionales, sino también personales?

La persona productiva se siente satisfecha, no por haber terminado su trabajo eficientemente, que también, sino porque su forma de trabajar le permite disfrutar de su tiempo libre.

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25 cosas que matan la productividad

Al cabo del día hacemos muchas cosas y dejamos de hacer otras tantas que dificultan nuestro trabajo diario y no nos dejan avanzar al ritmo que deseamos. Algunas son difíciles de evitar; otras las permitimos sin más. Pensaba el otro día que la lista es infinita, pero que sería interesante compartir algunos ejemplos de malos hábitos o prácticas que matan nuestra productividad.