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Etiqueta: prioridad

Estás marcando mal tus prioridades: 7 señales para detectar tareas trampa

Tiempo de lectura: 2 minutos

Cuando una nueva tarea llega a nuestro flujo de trabajo, mente fría. Y si la tarea en cuestión viene con la etiqueta «urgente» o «prioridad», mente fría y alerta. En ocasiones las emociones nos pueden jugar una mala pasada, y decidir erróneamente sobre cuestiones que afectan a nuestra organización personal puede tener consecuencias indeseables. Cuando alguien dice que algo es importante o prioritario, antes de recibir el encargo con todos los honores, preguntémonos: ¿quién es ese alguien? ¿qué es ese algo?

No nos precipitemos dejando entrar en nuestro sistema de organización una nueva tarea sin hacer una valoración personal de tal urgencia. ¿Para quién es prioritaria? Es decir, ¿quién se beneficia de que la tarea pase a un primer plano? ¿Se beneficia sólo quien lo pide? ¿un grupo de personas? ¿la organización? Y, ¿con qué criterio? Desde luego, si la orden llega «de arriba», no hay más que hablar. O poco que hablar. Si es algo que va en contra de los intereses generales quizá podamos compartir al menos alguna reflexión. Pero en general, convendrá analizar bien lo que con tanta prisa e insistencia nos están pidiendo.

Hay muchos factores que debemos analizar antes de etiquetar alegremente una tarea como prioritaria y tratarla con una urgencia que no merece.

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«Importante» no es «esencial»: el valor del lenguaje en la toma de decisiones

Establecemos prioridades a todas horas, aunque no siempre somos conscientes de ello. En nuestra vida personal y profesional tenemos continuamente la necesidad de priorizar determinadas responsabilidades frente a otras tareas que sencillamente pueden esperar.

En el mejor de los casos nos podremos permitir el lujo de establecer la prioridad de una tarea según nuestro propio criterio, pero en otras ocasiones será una circunstancia externa o alguien con nombre y apellidos el que determine la importancia o la urgencia de un trabajo. En este contexto, a diario llegan nuevas tareas que debemos realizar «sí o sí», no habrá siquiera opción de posponerlas, y menos elección de no hacerlas. Afortunadamente siempre habrá otras tareas que serán opcionales y/o evitables; si sabemos detectarlas a tiempo, claro está.

La gran cuestión es: ¿qué es una tarea prioritaria? Y las preguntas que le siguen: ¿cómo identificar una tarea prioritaria? ¿Qué condiciones se tienen que dar para etiquetar una tarea como de alta prioridad? En el mundo de la productividad y la organización personal es muy conocida la matriz de Eisenhower, popularizada por Steven R. Covey en su libro «Los 7 hábitos de la gente altamente productiva»; todo un bestseller en este terreno.

El artículo explica brevemente este sencillo método para la toma de decisiones y propone un ligero cambio en los términos utilizados para identificar las tareas. El propósito no es otro que el de poner un poco de orden alrededor de estos conceptos de importancia, urgencia, obligación y opcionalidad. De vez en cuando los límites no están claros, se presentan ambiguos y dificultan la ya de por sí ardua tarea de tener que tomar una decisión sobre un conjunto de tareas.